domingo, 12 de noviembre de 2017

Pino de la Casa de los Pozos I, Jumilla.

Como suele suceder, no recuerdo cómo fue mi nacimiento hace ya más de dos siglos, aunque lo más probable es que no fuera plantado, casi seguro nací de alguna piña olvidada por una ardilla en su escondrijo, y quiero pensar que una hamadríade me fue favorable y por eso crecí hasta convertirme en lo que hoy veis en esta cañada jumillana, dedicada desde que yo puedo recordar al cultivo del cereal en secano y el pastoreo de cabras y ovejas.


Foto 1. Pino de la Casa de los Pozos I

El pino de la Casa de los Pozos me llaman por aquí, "Pinus halepensis" es mi especie, según los botánicos, uno de tantos en esta España mediterránea, aunque si he alcanzado las dimensiones actuales es porque he sido muy apreciado en esta tierra en la que no hay mucha sombra, y tanto los hombres como el ganado se han refugiado a mi vera buscando la fresca que les proporciona mi gran copa que proyecta más de 450 m2 , bajo los que guardar aperos o echar una reparadora siesta.

Foto 2. Entorno del pino, cultivos arados.
Afortunadamente en este momento no hay acumulaciones de aperos ni leña alrededor de mi tronco, como en otros tiempos, ya que eso daña mucho mis raíces, aunque si una queja tengo es que aran muy cerca de ellas, rompiendo las más superficiales, y ya no soy joven, y cualquier cambio en mi entorno es más difícil de superar. Pero, en fin, mientras no aumenten la profundidad con que han arado hasta ahora, podré escaparme por una orilla, como la que habito y seguir contándolo.

De todos modos, no me puedo quejar de mi larga vida, podía estar muerto, de hecho hace mucho, unos 30 años, sufrí la caída de un rayo que bajó por mi tronco dejándome una quemadura y una herida que he sido incapaz de cerrar, con lo que se ha producido una gran oquedad en mi base, tan grande que podría albergar sobradamente a una persona en su interior (aunque no sea lo más adecuado hacer la prueba 😉).

Foto 3. Quemaduras producidas por el rayo.

Foto 4. Oquedad basal y crecimiento de contrafuertes de reacción a tensión para evitar caída.

Últimamente estoy teniendo problemas para mantener las ramas más elevadas de mi parte apical, por lo que lo soluciono como puedo, proporcionando más vigor a mis ramas más bajas, y dado que tengo una fisura (grieta) bastante grande entre mis ramas, no me vendría mal un apoyo fijo, porque creo que un día la madera que estoy colocando para sujetarme no será suficiente y quizá con una racha de viento fuerte podría sufrir el desgaje de una de ellas o quién sabe si algo peor. Ni que decir tiene, que dado el estado en que me cuento, de colocarse un apoyo, tendría que ser estudiando muy bien de modo previo la cuestión, por personas capacitadas profesionalmente para ello. Aparte de los problemas mecánicos comentados, también poseo hongos xilófagos, como es el caso de Phellinus pini que degrada la lignina de la madera, especialmente en zonas con presencia de heridas, lo que puede agravar mi salud y equilibro biomecánico.

Foto 5. Carpóforo de Phellinus pini , hongo  que degrada la madera  provocando podredumbre blanca..  


Durante muchos años he sido casi el único gigante de esta zona, ahora surgen otros al fondo, al Este-Noreste de mi ubicación, que D. Quijote no vería con buenos ojos, pero que al parecer, y aunque afean un poco el paisaje, no son intrínsecamente malos, y aprovechan ese viento que nos azota muy a menudo para conseguir energía eléctrica sin demasiado daño para el medio ambiente, esa energía tan necesaria para vosotros, que tanto necesitáis y tan aprisa os movéis.


Foto 6. Aerogeneradores al fondo


Hace ya un año se publicó una Ley en Murcia, que parece que nos beneficia a los árboles que ya tenemos una edad y unas dimensiones considerables, así que en este momento estoy más protegido que antaño, sin embargo, los humanos tenéis tantas cosas en la cabeza que no os dais cuenta en muchas ocasiones de la importancia que tiene conservar una vida como la mía, testigo de otras épocas en las que los aerogeneradores y hasta la electricidad eran cosa de ciencia ficción.


FICHA BÁSICA


Especie
Pinus halepensis
Nombre común
Pino carrasco
Nombre propio
Pino de la Casa de los Pozos I
Término municipal
Jumilla
Provincia
Murcia
Perímetro
5,47 m
Altura
24 m
Edad aproximada
225 años
Estado de conservación
Malo
Amenazas
Aumentar profundidad de labranza, nuevos acopios de materiales bajos su tronco.
Estatus legal
Ley 14/2016, de 7 de noviembre, de Patrimonio Arbóreo Monumental de la Región de Murcia
Plan de actuación definido
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