lunes, 28 de marzo de 2016

Carrasca de La Fuentecica, Moratalla

La carrasca "Quercus ilex subs. ballota" que visitamos hoy podríamos decir que es un portento de la ingeniería, crece en el Cortijo de la Fuentecica, en un barranco en el que cuesta mantener la verticalidad, y sin embargo aquí observamos como lo ha conseguido.

Foto 1. Vista general desde el lado oeste de la carrasca, al fondo sierra de los Álamos.

Stefano Mancuso, una de las máximas autoridades mundiales en el campo de la "neurobiología vegetal", en su libro "Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal" afirma que las plantas se comunican, memorizan e, incluso, tienen algo así como personalidad... Suponemos que hay todavía mucho que decir e investigar sobre este tema, pero lo de que tienen capacidad para resolver algunos de los problemas que se les presentan parece probado gracias a las estrategias que adoptan muchos de nuestros árboles para sobrevivir en situaciones difíciles.

Foto 2. Vigorosas raíces basales actuando a compresión para sustentar el árbol.

Tan difícil es la situación que le ha tocado superar a esta carrasca que, para mantenerse en pie, ha ido creando madera de reacción a tensión y compresión en la base del tronco hasta conseguir equilibrarse, ya que éste forma un ángulo de unos 45º con la horizontal, como vemos en la Foto 2.

Foto 3. Fisura de rayo y arqueo brazo principal en contra de la pendiente para equilibrar la copa.

En otra vista, en su cara noroeste, observamos que no solamente usa la estrategia de base del tronco y raíces, verdaderos cimientos que la anclan a la pared de este barranco, sino que uno de sus brazos principales equilibra geométricamente este árbol para que no caiga (Foto 3), creciendo en sentido contrario para compensar las fuerzas de la gravedad. 

Foto 4. Madera parcialmente degradada de una vieja rama fracturada.

Algunos problemas tiene, no obstante, y aunque no parece que se le haya extraído mucha leña, una de sus ramas cortadas presenta degradación por hongos en la herida, lo que ha provocado una oquedad que parece alcanzar al tronco. Observamos también en la Foto 3 una fisura causada por un rayo, y que desgraciadamente, no ha podido sellar por completo. Pese a todo, su estado de conservación puede tipificarse como "Regular", ya que genera madera nueva en las heridas y desde su atalaya domina este fantástico paisaje del noroeste de la Región de Murcia.

Foto 5. Vista de la carrasca desde el este, al fondo el Calar de Maza.

Especie
Quercus ilex subs. ballota
Nombre común
Carrasca, encina
Nombre propio
Carrasca de La Fuentecica
Término municipal
Moratalla
Provincia
Murcia
Altitud
1.093 msnm
Perímetro
4,16 m
Altura
14 m
Edad aproximada
175 años
Estado de conservación
Regular
Amenazas
Rayos, incendios, cambios de uso del suelo
Estatus legal
--
Plan de actuación definido
--

lunes, 21 de marzo de 2016

Día de los bosques y día de la poesía. 21 de marzo de 2016

Foto 1. Desde Revolcadores,en Murcia vemos los extensos bosques de "Pinus nigra"
 de Albacete, Granada y Jaén. La Sagra al fondo

¿Metafísica? ¿Qué metafísica tienen aquellos árboles?
La de ser verdes y copudos y de tener ramas 
y la de dar fruto en su hora, lo que no nos hace pensar,
a nosotros, que no sabemos entenderlos
¿Pero qué mejor metafísica que la de ellos 
que es de no saber para qué viven 
ni saber que no lo saben?

“Constitución íntima de las cosas”…
“Sentido íntimo del Universo”…
Todo esto es falso, todo esto no quiere decir nada.
Es increíble que se pueda pensar en cosas de ésas.
Es como pensar en razones y fines 
cuando el comienzo de la mañana está rayando
y por los lados de los árboles
un vago oro lustroso va perdiendo la oscuridad.

Fernando Pessoa


Foto 2. Pino rodeno "Pinus pinaster" con quejigos "Quercus faginea" en los bosques del sudeste


domingo, 13 de marzo de 2016

Taray "Tamarix canariensis Willd."

La especie que tratamos hoy pertenece al género Tamarix, los conocidos tarays, que se distribuyen a lo largo y ancho de Eurasia y África y entre los que se incluyen unas 90 especies distintas, cuya mayor diversidad se encuentra en países secos y desérticos.

Foto 1Tamarix canariensis, rambla del Moro, Abarán-Cieza.

Como curiosidad, comentaros que una de estas especies, Tamarix mannifera, presente en Oriente medio, se identifica por algunos autores como el arbusto del que los israelitas, en su huida de Egipto, recolectaban el maná, ya que cuando es picado por un insecto (Coccus manniparus), exuda un jugo dulzón que se solidifica al contacto con el aire, y es conocido por los árabes como mann es-sama "regalo del cielo" o "maná celestial".

Foto 2. Tamarix mannifera.
Fuente: Myinsights.blogspot

Centrándonos ya en el sudeste ibérico, donde se presentan 4 o 5 especies distintas de tarays, hoy nos quedamos con Tamarix canariensis, que son arbustos o pequeños árboles de hoja perenne, hermafroditas, con una copa amplia pero poco densa. Hay quien afirma que el nombre latino Tamarix le fue impuesto a este arbusto los romanos debido a que crecían con profusión junto al río Tamaris, en la provincia Tarraconense. El epíteto específico se refiere a la presencia de este especie en Canarias.


Foto 3. Aspecto general de Tamarix canariensis, en flor.


El tronco, con una corteza pardo-grisácea que llega a estar muy agrietada longitudinalmente en los ejemplares más longevos, crece erguido o en ocasiones un poco tortuoso.


Foto 4. Detalle de tronco.

En sus ramillas, que van del verde al rojo intenso crecen las hojas alternas, sésiles, escuamiformes y sin estípulas. El limbo foliar a veces, cuando hay un alto grado de salinidad en el hábitat tiene numerosas glándulas secretoras de sal. Las flores, en racimos, nacen sobre las ramillas del año, y son pentámeras, de color blanco a rosáceo, florecen en primavera aunque pueden  verse en verano e incluso hasta otoño, fructificando uno o dos meses después de la floración.


Foto 5. Hojas y flores de T. canariensis, obsérvese que éstas últimas se disponen directamente sobre las ramillas nuevas del año (color verde), carácter que lo distingue de T. africana.

Es su hábitat los terrenos húmedos, creciendo generalmente en los márgenes de ríos u otros humedales con algo de salinidad, aunque no necesariamente salinos. Llegan a formar bosques pioneros, al ser una especie colonizadora, en aluviones de ríos, ramblas, márgenes de humedales degradados y embalses artificiales. Es una especie en progresión debido a la eutrofización de las aguas, sobre todo por la contaminación difusa producida por los drenajes de cultivos intensivos. En lo que respecta a su diferenciación respecto de T. boveana, hay que indicar que éste último consta de 4 pétalos, mientras que T. canariensis tiene 5, al igual que T. africana, pero éste florece siempre sobre ramas de años anteriores, mientras que T. canariensis lo hace sobre las de la anualidad.


Foto 6. Bosquete incipiente de tarays en Los Valientes. Molina de Segura.

Abundan en el Mediterráneo occidental, Sahara septentrional y central, y región macaronésica. En la península ibérica son bastante frecuentes, tanto en el litoral como en interior, y en concreto, en el sudeste parecen ser la especie del género más común, sobre todo en materiales no silicatados, pudiendo hallarse desde la costa hasta el interior, normalmente hasta unos 1.100 m de altitud.


Foto 7. Tarays junto a la mar en Bolnuevo. Mazarrón.

Ya al principio hablábamos, y quizá sonó extraña la indecisión, de que en Murcia había 4 o 5 especies de Tamarix, esto es debido a que el T. canariensis es sumamente parecido a T. gallica L. Tanto que algunos autores la consideran la misma especie, ya que son muy difíciles de diferenciar, entrando en consideraciones morfológicas que aquí no vamos a tratar. En cualquier caso, y para dar alguna pista sencilla, T. gallica siempre se encuentra en zonas de aguas dulces o escasamente salinas.