domingo, 1 de marzo de 2015

Sabina de Huerta Espuña


Estimados amigos, hoy os hablaremos de una de las cinco sabinas moras o cipreses de Cartagena (Tetraclinis articulatamás significativas del sudeste ibérico, donde  son naturales desde hace más de 4.000 años, como ya dijimos en un post genérico de la especie publicado con anterioridad. 

Foto 1 . Sabina de Huerta Espuña en 1999

Esta sabina se sitúa en Sierra Espuña, sierra que, en un principio, a nivel de vegetación arbórea estuvo cubierta principalmente de pinares en su parte baja  y carrascales en la más alta, y poblada de animales algunos de ellos extintos hoy en nuestras tierras, osos, lobos, linces, ciervos, cabra montés o quebrantahuesos.

Estos montes fueron aprovechados para ganadería, tanto local como trashumante, se arrendaban por parte de los municipios dehesas para su aprovechamiento y parece que a principios del siglo XVI se cultivaba Prado Mayor, con lo que se empieza ya en esa época a roturar matorrales y bosques para abrir tierras para la agricultura. Es por esta fecha que se empiezan a construir los conocidos pozos de nieve, que han seguido en activo hasta el primer tercio del siglo XX.


Foto 2. Pozo de nieve en Sierra Espuña
Fuente: tiempo.com

A mediados del siglo XVIII los montes pasan a ser gestionados por la Marina, que demandaba grandes cantidades de madera para rearmarse, lo que, unido al aumento de los aprovechamientos por el crecimiento de la población,  hace que a principios del XIX la sierra  presente un alto grado de deforestación y erosión, que empeora gracias a la desamortización de Mendizábal, ya que al pasar a manos privadas y perder su carácter comunal se pierde el interés social de los bosques.

Un acontecimiento marca el fin de la deforestación a que se estaba sometiendo Sierra Espuña, y es que las riadas de finales del siglo XIX, que dejaron numerosas víctimas y daños materiales, provocan una gran alarma social, lo que hace que, en 1888 se cree la Comisión de Repoblación en la Cuenca del Segura con el objeto de luchar contra la deforestación y sus graves efectos, la pérdida de cubierta vegetal y la consiguiente erosión del terreno, que aumenta los riesgos de grandes avenidas.


Foto 3. Vivero a principios de Siglo XX, en las albitanas (bancales) al fondo
de la imagen fue plantada la Sabina Mora de Huerta Espuña.
Fuente: Región de Murcia Digital

Se inician en ese momento diversos trabajos hidrológico-forestales con el fin de restaurar la cubierta forestal de Sierra Espuña, al frente de los cuales quedan los ingenieros Ricardo Codorníu, José Musso y Juan Ángel de Madariaga. Se llevaron a cabo estudios sobre el clima, los suelos y la vegetación de la sierra, y se construyó una importante red de infraestructuras de apoyo a las labores, tales como caminos, sendas, puentes, diques o viveros, en uno de ellos, el de Huerta Espuña, fue plantado el árbol que visitamos hoy.

La Sabina Mora de Huerta Espuña es un árbol bifurcado a 0,9 metros (m) del suelo, sus dimensiones son excepcionales, con unos 2,30 m de perímetro de tronco y 20 de altura. Su copa está inclinada con respecto a la vertical, como consecuencia de que crece junto a un grupo de cipreses de Cartagena que fueron plantados a la misma vez, pero que presentan menores dimensiones. La edad del árbol es de unos 100 años, como gran parte de las repoblaciones de la sierra (Foto 4). 



Foto 4. Codorníu entre pinos en Sierra Espuña, durante las repoblaciones.
Fuente: Región de Murcia Digital
Se llega al árbol caminando desde la senda que parte de la Casa Forestal de Huerta Espuña en dirección a los antiguos viveros (Foto 3), justo en el último bancal de éstos, cerca del del río Espuña se encuentra el mismo. Esta ubicación le permite recibir agua freática del cauce, por lo que su crecimiento es más vigoroso, gracias a la mayor disponibilidad hídrica.

Foto 5. Aspecto del tronco de la sabina mora.

El árbol presenta ramas de cierto diámetro cortadas (Foto 5), en las cuales se observa cómo exuda resina de color blanquecino, denominada sandaraca, famosa resina empleada desde la Antigüedad en toda la cuenca mediterránea como medicamento (astrigente) y como sahumerio (incienso).

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Foto 6. Porte de la Sabina de Huerta Espuña.

Uno de los problemas principales que tiene esta sabina es la elevada densidad de la vegetación existente a su alrededor (Foto 6), circunstancia que no le permite crecer de modo adecuado por falta de espacio y que, además, la sitúa en un contexto de elevado riesgo de perecer en un incendio forestal, por lo que la Dirección General de Medio Ambiente procedió hace tres años a realizar un clareo progresivo en la masa forestal anexa.


Como siempre, queridos amigos, os rogamos os comportéis de modo adecuado si vais a visitar a este árbol, pues al ubicarse en un entorno boscoso no está muy acostumbrado a las visitas y podría resultar dañado en caso de que no seamos cuidadosos.


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