Hace un par de semanas murió otro de los árboles monumentales de Murcia, el Latonero de El Niño "Celtis australis"; las rachas de viento que azotaron nuestra región hicieron que cayera pero la razón principal de su muerte no fue esa, el árbol ya estaba debilitado y eso sólo le dio la puntilla, como ya hemos comentado por aquí en otras ocasiones.
En la Foto 1 vemos el latonero en el otoño de 1999 en todo su esplendor, a su lado una acequia mayor discurría en aquel momento con su cauce de tierra sin hormigonar, un lustroso herbazal crecía en sus quijeros (márgenes), y nuestro árbol tenía por tanto una gran disponibilidad hídrica que le proporcionaba una gran vitalidad.
En la Foto 1 vemos el latonero en el otoño de 1999 en todo su esplendor, a su lado una acequia mayor discurría en aquel momento con su cauce de tierra sin hormigonar, un lustroso herbazal crecía en sus quijeros (márgenes), y nuestro árbol tenía por tanto una gran disponibilidad hídrica que le proporcionaba una gran vitalidad.
En el año 2000 hablábamos de este almez en Carrillo, A. F., Sánchez, P. & Guerra, J. 2000. Árboles Monumentales y Singulares de la región de Murcia y territorios limítrofes. Universidad de Murcia-CAM-ASFOREMU. Murcia, y su tronco servía para ilustrar la portada del mismo.
Foto 2. Portada con fotografía del tronco Latonero de El Niño en primer plano. |
Os dejamos la ficha que le describía en aquel momento haciendo notar que ya se habló de que el "entubamiento" (hormigonado) de la acequia de la que medraba el latonero podía perjudicarle gravemente, como desgraciadamente ha sido.
Como si del libro de García Márquez se tratara, en el caso de este árbol podemos hablar de "Crónica de una muerte anunciada", ya que han concurrido muchas circunstancias a su alrededor que han ido mermando su "calidad de vida" y que han influido en esa debilidad que le ha conducido a su apeo hace un par de semanas.
En la Foto 3, hecha en 2008 observamos una diferencia en el entorno, y es que la acequia ya está hormigonada, hecho que perjudicó las raíces del lado sur-suroeste, ya que algunas fueron cercenadas al realizar la obra, lo que pronto se empezaría a notar en el vigor de las ramas que crecían sobre en dicha dirección. También observamos la vegetación seca a su alrededor, efecto de la aplicación de herbicidas.
Foto 3. Acequia mayor hormigonada junto al latonero, año 2008. |
Foto 4. Ramas secas sobre la acequia, año 2011 |
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Foto 6. Perenniporia fraxinea, fructificación sobre Latonero de El Niño |
Foto 7. P. fraxinea, fructificación (parte blanca) y madera degradada (muerta) por él de más de la mitad de la sección del tronco.
Hemos llegado hasta el final como si se tratara de un capítulo de una de esas series policíacas en la que los forenses son capaces de desgranar los misterios uno a uno, claro, dirá alguien, una vez muerto y ya a posteriori es fácil adivinar... ¿Y por qué no se hizo nada para prevenir si se veía venir la muerte del árbol?
En primer lugar, decir que, aunque pueda parecer lo contrario en algún momento, no queremos que nadie se sienta atacado, ya que hemos ido nombrando diversas afecciones que se le han causado y se podría pensar que buscamos culpables. Simplemente queremos poner de relieve que todo tiene sus consecuencias aunque incluso de los males se pueden sacar enseñanzas. También es cierto que hasta el pasado mes de noviembre no había ninguna regulación sobre los árboles monumentales en Murcia, y tampoco podemos cargar sobre los dueños, ya que en muchos casos están en terrenos privados, la responsabilidad de hacer (o no hacer) ciertos trabajos que puedan alargar la vida de nuestros admirados monumentos naturales, ya que los propietarios son los primeros que intentan cuidarlos al ser estos seres vivos más longevos que ellos un recuerdo de sus antepasados, si bien es cierto que "cuidar" un árbol singular requiere ciertos conocimientos técnicos que no siempre coinciden con los de una cultura fruticultora como la nuestra. En cualquier, caso vaya desde aquí, por tanto, nuestro agradecimiento a todos los que han cuidado a alguno de estos árboles y que han hecho que podamos conocerlos.
Por otra parte, y para terminar, vaya también el mensaje de que a veces se pueden calibrar las consecuencias y de que, quién sabe, haber dejado junto al árbol unos metros la acequia sin cementar, un fungicida a tiempo, una reducción de copa bien realizada, unos soportes..., habrían alargado la vida de este latonero. Por lo demás, un diagnóstico y una cura a tiempo puede hacer que otros árboles que tengan alguna merma en este momento sobrevivan para que las generaciones venideras puedan disfrutar de ellos y la biodiversidad resulte beneficiada.
FICHA
BÁSICA
Especie
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Celtis australis
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Nombre común
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Almez, latonero, lironero
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Nombre propio
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Latonero de El Niño
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Término municipal
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Mula
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Provincia
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Murcia
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Altitud
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436 msnm
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Perímetro
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3,85 m
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Altura
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17 m
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Edad aproximada cuando murió
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130 años
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Todo tiene un final, aunque a la vista está que este almez vio el suyo acelerado por varios factores evitables. Por otro lado, se agradece -por raro en estos casos- el punto de vista del autor huyendo de buscar cabezas de turco y tomando por sentado que las negligencias o actuaciones son a mala fe.
ResponderEliminarEspero que una nueva actitud que poco a poco se implanta con la ayuda de blogs como este, así como nueva legislación contribuyan a ir mejorando la situación.
Gracias por pasarte y comentar. Efectivamente, desde aquí escribimos con la esperanza de fomentar esa nueva actitud de la que hablas, ya que si todos -administración y particulares- arrimamos el hombro podremos conseguir quizá una mejora de la biodiversidad y eso, aunque a veces no nos demos cuenta ya que es a largo plazo, nos beneficia también a nosotros. Saludos,
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