Tendríamos que remontarnos al siglo XIX para ir a la plaza de Santo Domingo de Murcia, entonces conocida como Plaza del Mercado, y no encontrarnos con el impresionante ficus "Ficus macrophylla" que este fin de semana ha sido noticia dentro y fuera de nuestra región y que, según datos del Ayuntamiento fue plantado en 1893.
Casi siempre hablamos de árboles autóctonos en el blog, pero la verdad es que el Ficus de Santo Domingo merecía una entrada ya que, aunque "extranjero", es sin duda el árbol más conocido y querido en la ciudad de Murcia, incluso antes del viernes 16 de junio en el que la caída de varias de sus ramas, con un peso estimado de entre 12 y 15 toneladas, le han hecho ser el protagonista a nuestro pesar de twits y noticias en todos los medios.
En los años 50 del pasado siglo, el lugar donde se asienta este árbol se llamaba Plaza del Generalísimo, pero ahí estaba él proporcionando ya una excelente sombra a los murcianos. En junio de 1997, la plaza sufrió una gran remodelación que la cerró al tráfico y gracias a la cual se descubrieron tres refugios antiaéreos, uno en cada esquina del recinto, excepto en aquella que ya ocupaban las raíces del ficus, respetado durante las obras, en las que se trasplantó el resto del arbolado a nuevos parterres.
Y ya en el siglo XXI, el monumental árbol que causaba admiración a todo el que pasaba junto a él, presentaba el aspecto que vemos en la foto 4, con las pérgolas que se colocaron debido a que en varias ocasiones se habían desgajado ramas que incluso provocaron en los años 1947 y 2000 la muerte de dos personas, fecha esta última en la que se decidió colocarlas para amortiguar estas mencionadas caídas de ramas, tan habituales en los ficus, sobre todo cuando llega el verano y la madera sufre el fenómeno conocido como "cavitación": una elevada deshidratación por efecto de la alta evapo-transpiración de las hojas que no puede ser compensada por la columna de agua que asciende desde el suelo por los vasos conductores, sobre todo, si no existe suficiente cantidad de ésta a nivel edáfico, o el sistema radicular del árbol no se encuentra en óptimas condiciones de salud, debido a compactación de la superficie del terreno, o la rotura de raíces por obras.
Por lo demás, el árbol sufrió múltiples heridas antiguas de poda que no han cicatrizado bien y generan defectos, provocando oquedades y pudriciones, una de las cuales parece haber sido la que ha provocado el desgaje de la rama principal que ha caído, donde podemos observar la defectuosa madera de color marrón oscuro en la zona de desgarre (Foto 5).
Foto 1. Mercado en Plaza de Santo Domingo. Finales del Siglo XIX Fuente: PINTEREST |
Casi siempre hablamos de árboles autóctonos en el blog, pero la verdad es que el Ficus de Santo Domingo merecía una entrada ya que, aunque "extranjero", es sin duda el árbol más conocido y querido en la ciudad de Murcia, incluso antes del viernes 16 de junio en el que la caída de varias de sus ramas, con un peso estimado de entre 12 y 15 toneladas, le han hecho ser el protagonista a nuestro pesar de twits y noticias en todos los medios.
Foto 2. Plaza del Generalísimo. Años 50 del siglo XX. Fuente: PINTEREST |
En los años 50 del pasado siglo, el lugar donde se asienta este árbol se llamaba Plaza del Generalísimo, pero ahí estaba él proporcionando ya una excelente sombra a los murcianos. En junio de 1997, la plaza sufrió una gran remodelación que la cerró al tráfico y gracias a la cual se descubrieron tres refugios antiaéreos, uno en cada esquina del recinto, excepto en aquella que ya ocupaban las raíces del ficus, respetado durante las obras, en las que se trasplantó el resto del arbolado a nuevos parterres.
Foto 3. Obras de remodelación de la Plaza de Santo Domingo. Año 1997 |
Y ya en el siglo XXI, el monumental árbol que causaba admiración a todo el que pasaba junto a él, presentaba el aspecto que vemos en la foto 4, con las pérgolas que se colocaron debido a que en varias ocasiones se habían desgajado ramas que incluso provocaron en los años 1947 y 2000 la muerte de dos personas, fecha esta última en la que se decidió colocarlas para amortiguar estas mencionadas caídas de ramas, tan habituales en los ficus, sobre todo cuando llega el verano y la madera sufre el fenómeno conocido como "cavitación": una elevada deshidratación por efecto de la alta evapo-transpiración de las hojas que no puede ser compensada por la columna de agua que asciende desde el suelo por los vasos conductores, sobre todo, si no existe suficiente cantidad de ésta a nivel edáfico, o el sistema radicular del árbol no se encuentra en óptimas condiciones de salud, debido a compactación de la superficie del terreno, o la rotura de raíces por obras.
Foto 4. Ficus de Santo Domingo. Año 2012 |
Por lo demás, el árbol sufrió múltiples heridas antiguas de poda que no han cicatrizado bien y generan defectos, provocando oquedades y pudriciones, una de las cuales parece haber sido la que ha provocado el desgaje de la rama principal que ha caído, donde podemos observar la defectuosa madera de color marrón oscuro en la zona de desgarre (Foto 5).
Foto 5. Zona de desgaje de la rama principal que se ha desgarrado,
marrón oscuro la zona de madera defectuosa por donde ha colapsado,
así como el área de corteza incluida.
Otras heridas han sido generadas por la instalación hace varias décadas de una estructura metálica que pretendía sujetar los brazos entre sí para darles más sustentación, pero dicha pieza ha terminado por ser incluida durante el crecimiento del árbol en su madera, provocándole un significativo defecto estructural (Foto 6).
Foto 6. Herida de poda por instalación hace décadas de estructura metálica que pretendía sujetar los brazos entre sí, en primer plano corte practicado tras el colapso del viernes 16 de junio.
Foto 7. Herida de poda antigua que no ha podido ser sellada por los labios de cierre y no ofrece muchas garantías de sustentación para la rama que hay sobre ella.
Por otra lado, en cuanto a las cartelas de la base del tronco (escuadras de madera) han resultado gravemente dañadas las de la zona sur (Foto 8) que actúan a tensión, dando sobre todo sostén a las ramas principales que han quedado en pie. Este factor, junto con la merma de aerodinámica del árbol al perder gran parte de la copa de la zona sur, hacen aconsejable la reducción de ésta para evitar el efecto vela del viento que principalmente provenga de esa dirección, acción ya realizada, para lo cual han debido realizarse los pertinentes cálculos que permitían conocer con la mayor precisión posible cuanto habría que aminorar el hábito del árbol.
Foto 8. Rotura de las cartelas basales en dirección sur que están actuando como tensores que sustentan en gran medida a los brazos que crecen en dirección norte.
Por otra parte, en cuanto a la "cruz" del Ficus, dentro de lo que hemos podido contemplar desde el otro lado del cercado instalado, se puede observar (Foto 9) la existencia de una zona de empuje en el área de contacto entre los brazos principales que restan en pie que debe ser vigilada con especial atención, pues no parece que se esté formando una unión adecuada, sino más bien una zona de corteza incluida que, con el tiempo al crecer los brazos en grosor podría generar un sobre-empuje de uno sobre otro y la ulterior caída de uno de ellos.
Foto 9. En el centro de la imagen se observa, zona de empuje en el área de contacto entre los brazos principales que restan en pie.
Además de todo lo anterior, Ficus macrophylla es una especie poco apropiada para el entorno en el que se encuentra, ya que el árbol no puede desarrollar raíces aéreas que, desde las ramas, crecen hasta alcanzar el suelo, engrosando éstas y sirviendo como puntales de apoyo de las ramas. Sin embargo, al tratarse de una especie proveniente de ambiente tropical (costa este de Australia), en Murcia parece ser que la humedad ambiental es baja y la temperatura en invierno también, lo que determina que dichas raíces no puedan desarrollarse de un modo pleno, como por ejemplo hacen en Cartagena. Amén de ello, en ciertas ocasiones se les retiran dichas raíces, una práctica del todo inadecuada, que no tenemos constancia que se haya practicado en el Ficus de Santo Domingo.
Foto 10. Pequeña raíz aérea muy poco desarrollada en Ficus Santo Domingo. |
Por lo demás, ya sólo resta esperar a ver como rebrotan los nuevos vástagos epicórmicos para intentar remodelar de nuevo una copa que requerirá un intenso mantenimiento muy técnico, dado lo mermado que ha resultado el árbol, amén de adecuar el entorno lo mejor posible para mitigar el riesgo para las personas. En fin, lo dicho, a nuestro pesar este no es el lugar adecuado para esta especie.
Para terminar ya, hoy vemos que debido al desplome de las ramas, ha cambiado de ubicación el busto de Ricardo Codorníu, que ahora mira quizá con tristeza hacia el viejo ficus, esperemos que la mirada del llamado apóstol del árbol inspire a todos los que tienen la difícil tarea de rehabilitar este monumento vivo, para que nadie sufra daño por su causa, por supuesto, y si es posible, como parece que es el deseo de los murcianos, nos siga dando sombra el máximo tiempo posible.
Foto 11. Busto de Ricardo Codorníu, el apóstol del árbol |
FICHA
BÁSICA
Especie
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Ficus macrophylla |
Nombre común
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Ficus
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Nombre propio
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Ficus de Santo Domingo
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Término municipal
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Murcia
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Provincia
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Murcia
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Perímetro
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9,40 m
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Altura
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32 m
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Edad
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124 años
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