Más que una entrada sobre un árbol, en esta ocasión la entrada la vamos a dedicar a reflexionar sobre la capacidad del ser humano para estropear (en nuestra opinión, quizá errónea) en muchas ocasiones con la mejor intención, la naturaleza que veíamos, sin embargo, en la pasada primavera en todo su esplendor.
Foto 1. Llegada a la aldea de Poyotello |
Llegamos de mañana a Poyotello, en la provincia de Jaén, pequeña aldea con 19 habitantes (INE 2010), como veis en el cartel indicador...
Foto 2. Entrada a Poyotello, Santiago-Pontones |
Exacto, tampoco nosotros sabemos para qué es este cartel indicador, ya que no indica nada. Un poco más adelante sí que hay un cartel en el que podemos ver el nombre de la aldea, pero realmente nos quedamos un poco sorprendidos de que se coloque una estructura de madera en mitad de este bello pastizal para .... ¿?
En los alrededores podemos contemplar estos prados en los que destaca el sabuco menor, y nos dirigimos hacia el sendero que nos llevará hasta la Cueva del Agua, que está aproximadamente a 1,5 km, y que recorremos entre una flora modelada por el pastoreo ancestral del lugar.
Foto 4. Sendero utilizado antaño por las caballerías y hoy día por senderistas. |
Durante toda la ruta, nos acompaña al fondo el río Segura, tan ruidoso que ya lo oímos antes de verlo, y en algunas zonas encontramos... ¡Más madera! (Foto 5).
Foto 5. Pasamanos instalado en un lugar bucólico sin demasiado riesgo para el paseante. |
A un paraje como este, al que venimos a disfrutar de la naturaleza caminando por una ruta relativamente costosa ya que ahora vamos de bajada (pero hay que subir a la vuelta) podemos intuir, por tanto, que no es un lugar al que se venga sin un poco de preparación, así que nos hacemos la pregunta de si es realmente necesario este pasamanos en el que se ha gastado madera, dinero, y que genera un impacto ambiental, ya que en un tiempo se degradará, y por último nos preguntamos si habrá en ese momento alguien para arreglarlo .
Dejemos por un instante las preguntas sin respuesta, y disfrutemos del camino, los majuelos "Crataegus monogyna" se nos muestran cuajados de flores, y poco a poco llegamos a la Cueva del Agua.
Foto 7. Cueva del Agua |
Justo a la entrada, y aunque no sería imprescindible ya que el lugar es fresco, nos regala su sombra un olmo de montaña "Ulmus glabra", y en su interior conviven gran cantidad de especies que necesitan la presencia de agua permanente para poder vivir.
Foto 8. Hojas de olmo de montaña, en primer plano |
Antes de abandonar el lugar, vemos otro cartel indicador:
Foto 9. Sin comentarios |
Vamos a seguir hacia el Charco del Humo, y en el cañón del Segura nos encontramos con una rica variedad de flora endémica, entre otros vemos el endemismo zapaticos de la Virgen "Sarcocapnos baetica".
Foto 10. Zapaticos de la Virgen |
Otra comunidad vegetal no endémica de las montañas segureñas (las más diversas de Europa), son estos helechos de águila que se pueden encontrar en todos los continentes, pero que nos llaman la atención y nos indican, dado su elevada densidad la presencia de abundante humedad en el suelo.
Foto 11. Denso tapiz de helecho de águila Pteridium aquilinum |
Esta vez, para ilustrar el Charco del Humo, en vez de fotografía, os dejamos un vídeo y mientras os refrescáis, nosotros volvemos al punto de partida:
Y en este punto, y a estas alturas de la entrada, alguien pensará que nos falta el protagonista, cierto es. Le toca hacer su entrada en este momento a nuestro árbol singular del día, la noguera de Poyotello "Juglans regia".
Foto 12. Noguera de Poyotello |
Vivía tan feliz la noguera hasta que los humanos apreciamos lo bonito que era sentarse a su sombra en verano, y se nos ocurrió acicalar el entorno, un banco aquí, un banco allá. Se nos olvida casi siempre que los árboles tienen raíces, que son ellas las que les proporcionan alimento, y que necesitan respirar. Le pones mucho peso sobre las raíces al lado oeste-suroeste, banco de metal (malo), banco de hormigón y piedra (peor, más pesado), como respuesta pierde la rama correspondiente, como vemos en la Foto 12.
Foto 13. Banco de hormigón a pie de la noguera, letal para las raíces de ese lado. |
Que le hacemos un alcorque de cemento en su base para "realzar" su presencia, o no dejamos crecer el tronco para poner un banco justo en en su base que ocupa media circunferencia del perímetro de fuste, olvidando por completo que los árboles crecen en grosor formando un nuevo anillo todos los años hasta que fenecen, pues el árbol seca un poco más el ramaje, después que mueren las raíces principales del lado donde hemos realizado el banco y el viento vuelca el nogal en sentido contrario. En fin, mientras hay vida hay esperanza, aunque sea para una noguera ya madura y con vejez inducida por un maltrato no intencionado. Pero si no se quita, progresivamente y con cuidado de no romper más raíces, toda la infraestructura de uso público que hay bajo la proyección de copa, en especial el banco de hormigón apoyado en el tronco, no parece que el árbol pueda aguantarlo mucho.
Aunque parezca otra cosa, ya que nos hemos quejado mucho, el paseo por esta zona merece la pena, es espectacular, y bueno, solamente queremos que esto que vemos nosotros puedan verlo las generaciones venideras, y que no estropeemos demasiado no sólo el paisaje, que es importante por su belleza, sino el ecosistema en el que nos movemos también nosotros, y que a veces podemos destrozar sin siquiera percatarnos de ello.
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