Foto 1. Sierra de Villafuerte. Obsérvese el denso pinar y, en primer plano la repoblación con pinos
carrascos que, debido a la altitud, tienen un tono pardo-amarillento por el frío.
Bajo la cima de la Sierra de Villafuerte, en el Noroeste de la Región de Murcia, a 1.400 metros de altitud, nos encontramos el llamado Arce del Cantalar (Acer granatense), árbol monumental en esta región, donde no hay demasiados arces debido a su escasa pluviometría, y en la que vive refugiado en roquedos umbríos (Foto 2) y zonas más húmedas de Moratalla y Caravaca, en exposiciones norte a elevada altitud.
Foto 2. Arce o parriza sobre roquedo en el cerro de Villafuerte. Al fondo el Calar de la Santa.
El árbol se encuentra inmerso en uno de los paisajes erosivos más espectaculares del sudeste ibérico, conformado por pináculos de dolomías (Foto 3), roca con un gran porcentaje de carbonato magnésico, con gravas y arenas producto de su erosión que resultan ser un estresante soporte para la flora que crece sobre ellas, compuesta en gran parte por endemismos béticos: plantas exclusivas de dicho territorio, algunas de las cuales sólo se encuentran en la alta montaña de Orospeda.
Foto 3. Paisaje de pináculos dolomíticos, originado por una la fuerte erosión del sustrato.
Otra curiosidad botánica del entorno del majestuoso arce, es el escaso y endémico Narciso de Villafuerte (Narcissus nevandesis subsp. enemeritoi), del que restan menos de 200 ejemplares que viven dentro del mismo barranco donde está el arce y en las Fuentes Grandes, otro cauce 1 km al norte que da origen al arroyo Blanco.
Foto 4. Narciso de Villafuerte.
Situado el arce muy cerca del manantial del Cantalar, ya medraba de sus aguas antes de que el Vizconde de Frías, seducido por sus propiedades, solicitara la declaración de agua minero-medicinal, que le fue concedida el 15 de enero de 1891, eximiéndosele de la construcción de un balneario, obligación que conllevaba dicha clasificación, debido a la dificultad de acceso al manantial y por la baja temperatura del agua, alrededor de los 10ºC. Con ésta, hoy día, se embotella la marca Aguas de Cantalar.
Foto 5. Entorno del Arce de Cantalar, pueden observarse los nuevos arces hijos suyos.
Por sus dimensiones y su avanzada edad, unos 150 años, el Arce de Cantalar es un ejemplar singular que todavía posee vigor de crecimiento, pese al fuerte desmoche por terciado que sufrió por ultima vez hace unos 45 años, sus ramas surgidas por rebrote presenta bastante vitalidad. Si bien, en cualquier caso, el árbol tiene bastantes mermas estructurales consecuencia de dicha poda y de otras anteriores que han devengado en que su edad cronológica no se corresponda con su edad física, esta última a todas luces mucho mayor.
Foto 6. Aspecto general del Arce de Cantalar.
El resultado de la tala de brazos principales es un árbol con estructura muy descompensada, al no ser ya natural ésta, que requeriría un manejo humano mediante podas adecuadas, para evitar la rotura de ramas (rebrotes) que ahora brotan de la cruz del tronco sin haber crecido de modo sincopado con él y, por tanto, descompensadas, sin mucha capacidad de anclar bien su base al tronco, por lo que al aumentar el tamaño de dichas ramas, terminan por partirse por su propio peso y el efecto vela ante el viento que las empuja más, cuanto más grandes se hacen.
Foto 7. Aspecto general del Arce de Cantalar.
Pese a todo el desajuste estructural comentado, el arce intenta equilibrar su geometría para no romperse, en la medida de sus parcas posibilidades (tras el desmoche), es por ello que sus ramas principales originadas como rebrotes compensan hasta cierto punto su peso oponiéndose unas a otras al crecer (Foto 8).
Foto 8. Compensación geométrica entre ramas por oposición.
Por lo demás, la reacción de madera a tensión sobre la base del tronco en dirección este casi no puede darse, por estar la zona ocupada por grandes rocas junto al fuste (Foto 9), lo cual hace que la parriza tenga que reaccionar colando madera de compresión en lado oeste (Foto 8), para no derrumbarse en dicha dirección.
Foto 9. Rocas junto al tronco en lado este del arce.
En cualquier caso, como no hay mal que por bien no venga, el estado de vejez inducida por las fuertes podas que se practicaron sobre el árbol, provoca que ahora éste tenga oquedades en el tronco pudiendo ofrecer ciertos nichos para la fauna que quiera instalarse en él. Además, la disponibilidad, de madera vieja muerta permite a los hongos saprófitos utilizar dicho recurso. Si bien, todo esto habría sido más típico que apareciese sobre el árbol cuando este ya tuviese algunos siglos de edad.
FICHA
BÁSICA
Especie
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Acer granatense Boiss.
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Nombre común
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Arce, parriza
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Nombre propio
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Arce de Cantalar
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Término municipal
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Moratalla
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Provincia
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Murcia
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Altitud
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1.400 m
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Perímetro
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2,85 m.
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Altura
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10 m
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Superficie de Copa
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85
m2
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Edad aproximada
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150 años
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Estado de conservación
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Regular
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Amenazas
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Si
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Estatus legal
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“Catálogo
regional de flora silvestre protegida de la Región de Murcia (Anexo I del
Decreto 50\2003 de 30 de mayo, BORM de 10 de junio de 2003)”, con la
categoría de especie “En peligro de extinción”.
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Plan de actuación definido
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No
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