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domingo, 28 de enero de 2018

Carrasca del Tello, Vélez Blanco

Hace 20 años se declararon Patrimonio de la Humanidad los grabados y pinturas rupestres del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, algunas de las cuales, como las presentes en Cueva Ambrosio, se encuentran muy cerca de la impresionante carrasca (Quercus ilex subsp. ballota) que visitaremos hoy en Los Vélez, Almería.

Foto 1. Hábito de la Carrasca del Tello.

Según las dataciones de la cueva mencionada, estas tierras ya estaban habitadas hace más de 16.500 años, y en aquel momento aparecen en el lugar extensas formaciones de enebros y sabinas (Juniperus spp.),  con pinos blancos (Pinus nigra), que también dominaban gran parte del paisaje del sureste ibérico en altitudes similares a las de la Carrasca del Tello, por lo que los moradores de los abrigos rupestres cercanos a nuestro árbol, incluyendo los que vivían a algo más de 500 metros en el importante yacimiento arqueológico de Cueva Ambrosio, verían un paisaje diferente del que encontramos hoy, totalmente dominado por pinos carrascos (P. halepensis), pero donde continúa existiendo una gran representación de sabina y enebro


Foto 2. Carrasca del Tello y su entorno.

De hecho, amén de las especies citadas y en mucha menor proporción, para la fecha comentada (16.500 años antes del presente), se puede observar la presencia en el yacimiento citado de polen  de carrascas, quejigos, boj, avellanos, acebo e incluso tilos (Tilia), especie esta última hoy extinguida en el lugar y en toda la cuenca del Segura, cuyos ejemplares más cercanos se encuentran actualmente en la Serranía de Cuenca. 
También la fauna presente en el momento Paleolítico comentado estaba compuesta por especies semejantes a las actuales, aunque con presencia de caballos salvajes y lobos, hoy en día extinguidos del lugar por la acción humana. Para más información paleoecológica consultar López García (1988) y Rodríguez Ariza (2006).


Foto 3. Caballos salvajes en Polonia.

Solitaria en medio de campos de cultivos de secano y terreno forestal del que se han hecho dueños los pinos carrascos, esta encina casi pasa desapercibida, hasta que al acercarnos se hacen patentes sus ciclópeas dimensiones, ya que con un perímetro de 6,45 metros y una altura de 14,50 es probablemente una de las más ancianas de la cuenca del Segura y la que mayor perímetro detenta, según los datos disponibles.

Foto 4. Detalle del tronco, obsérvese la oquedad  por la pretérita
pérdida de un gran brazo principal.

Este impresionante tronco que vemos en la Foto 4, como la mayoría de los troncos de los árboles ancianos, se ha convertido en la vivienda de una gran variedad de fauna, concretamente en éste creemos que habita algún lirón careto, ya que hemos encontrado rastros que parecen suyos. También los pájaros carpinteros han estado trabajando en sus ramas, como atestiguan los agujeros que han dejado en algunas de ellas, previamente secas por la bajada de un rayo a través de éstas.


Foto 5. Ramas con agujeros de pájaros carpinteros.

Otras aves o pequeños mamíferos y, por supuesto, gran variedad de insectos completan la fauna asociada a esta carrasca que, como otras veces hemos comentado, no es solamente un individuo sino todo un ecosistema, circunstancia que deberíamos tener en cuenta cada vez que nos acercamos a uno de estos árboles para hacerlo con el respeto que se merece, y para concienciarnos de lo que se pierde cuando uno de ellos, a veces por malas prácticas humanas, otras quizá sólo por desidia, cae.


Foto 6. Tocón del Olmo (Ulmus minor) del Tello, al fondo serbal homónimo. 

Hablando de árboles caídos, aquí vemos (Foto 6) lo que queda de lo que fue un gran olmo que al parecer pereció por el efecto sincopado del hongo de la grafiosis y la puntilla dada por el corral para el ganado instalado bajo su copa. Por este último motivo, existe cerca un serbal (Sorbus domestica) a punto de perecer también debido en gran parte al cambio de uso del terreno en el que se asienta, ya que ha quedado en el interior de un corral de ganado, lo que le está perjudicando sobremanera. En cualquier caso, es una auténtica pena que mueran árboles singulares incluidos en los catálogos regionales, cuando debería gracias a dicha circunstancia, mejorar su estado de conservación, o al menos cesar las actuaciones humanas que impactan sobre ellos.


Foto 7. Regenerado de pinos carrascos fuertemente
impactados por el sobrepastoreo doméstico.

Foto 8. Golpes de hacha en el tronco

Siguiendo con el árbol protagonista del día, vamos a comentar ahora las Fotos 7 y 8, en las que observamos el regenerado de pinos carrascos muy ramoneados por el ganado, justo al lado de la carrasca, circunstancias ambas que no favorecen el desarrollo de la misma, además de que no se observa ni siquiera una sola nueva carrasca nacida de las miles de bellotas que produce la protagonista de esta entrada, una prueba más del intenso pastoreo del lugar. Por otro lado, tiene varias heridas en el tronco que no ha logrado cerrar, lo que constituye un foco por donde pueden entrar plagas que la debiliten, eventualidad que esperamos no se produzca en un futuro próximo.


Foto 9.  Vista sur de la carrasca, obsérvese el desequilibrio geométrico  estructural, generado por la existencia del gran brazo principal en posición casi horizontal.

En cuanto a geometría y estado biomecánico del árbol, éste ha hecho todo lo que ha podido para equilibrar la perdida de 2 grandes ramas principales hacia el Este y el Norte,  y compensar la existencia de una gran rama en dirección Oeste (Foto 8), ante lo cual ha reaccionado la carrasca colocando madera de tensión en la base del tronco en dirección contraria, así como en menor medida a compresión. En cualquier caso, el tensor creado en el lado Este presenta una lesión de una vieja herida de hacha que no ha podido ser cerrada por el árbol. En definitiva, la rama citada necesitaría un seguimiento pormenorizado, pues puede colapsar y arruinar la centenaria encina. 


FICHA BÁSICA


Especie
Quercus ilex subs. ballota
Nombre común
Carrasca, encina
Nombre propio
Carrasca de Tello
Término municipal
Vélez Blanco
Provincia
Almería
Altitud
1.025 msnm
Perímetro
6,45 m
Altura
14,50 m
Edad aproximada
350 años
Estado de conservación
Regular
Amenazas
Rayos, cambios de uso de suelo (apriscos).
Estatus legal
-
Plan de actuación definido
-

domingo, 7 de enero de 2018

Palmeral de El Rellano, Molina de Segura

"Ya vienen los Reyes Magos
ya vienen los Reyes Magos
caminito de ...."


Foto 1. Vista general del Palmeral de El Rellano de Molina.

... El Rellano, en Molina de Segura, que nos regala una estampa en la que podríamos situar a esos Magos de Oriente que tanto nos hicieron y, ¿por qué no?, todavía nos hacen soñar y volver por algunos días al año a nuestra niñez.


Foto 2. Palmeras, carrizos y restos de antiguos olivos cultivados en la zona.

Situada en una hondonada del terreno con cierto rezume de agua, entre margas y yesos, con presencia de carrizos, lentiscos, esparto y alguna olivera, entre otras especies típicamente mediterráneas que la acompañan, esta formación de palmeras, Phoenix dactylifera, merece un espacio en nuestra retina y, por supuesto en nuestro blog, al situarse cual oasis en la parte central de la Región de Murcia, precisamente unas de las partes más áridas de la misma.

Foto 3. Palmeras de distintas edades que muestran la excelente dinámica de regenerado del palmeral del Rellano de Molina.

Las palmeras han estado presentes en Iberia desde la Antigüedad, como se atestigua por haberse encontrado en el yacimiento de Cueva de los Tiestos (Jumilla) huesos de dátiles de época argárica (3.800 años de antigüedad) y han sido cultivadas tanto por sus frutos como para otros usos, en concreto en las que hoy observamos se ha dado un aprovechamiento muy común en el sudeste ibérico, como es el encapuchado para la obtención de palma blanca que, aunque bien regulado no produciría un impacto inasumible por un gran palmeral, no sería el caso del que estamos tratando por su reducida extensión. En cualquier caso, si esta práctica es excesiva, puede poner en peligro la supervivencia de los ejemplares sometidos a ella, los cuales quedan siempre marcados por un adelgazamiento del estípite ("tronco") en la zona donde se les practicó el encapuchado (Foto 4), que reduce su capacidad de resistencia mecánica a la rotura.


Foto 4. Palmeras sometidas a reiterados incendios y un régimen
 insostenible de encapuchados para extracción  de palma blanca.

Por otro lado, este palmeral denota la presencia del pito real (fotos 5 y 6), también llamado "carpintero" en nuestra tierra, el cual parece alimentarse en el lugar, entre otras cosas, del dañino picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), circunstancia que pudimos observar en el palmeral, y que bien puede estar beneficiándolo en grado sumo, liberando  a muchas palmeras de una muerte casi segura.


Foto 5. Pito real (Picus viridis), pájaro carpintero que hemos detectado alimentándose de picudo rojo en el palmeral.


Foto 6. Agujero de pito real sobre estípite ("tronco") de palmera datilera

Otras posibles amenazas serían los incendios, que vemos han afectado a algunos pies, así como algunos movimientos de tierra que puedan afectar al sistema radicular actual, incluyendo nuevas labores de los antiguos cultivos (abandonados ya más de una década), si éstas que se realizan removiendo el suelo a gran profundidad.

Foto 7. Palmera más antigua del palmeral, con entorno a 90 años de edad.

Y ya para despedirnos hoy, solamente una petición a los Magos y a este año recién empezado, y es que seamos cada vez más conscientes de lo que nos jugamos si no tomamos nota de nuestros errores e intentamos corregirlos lo antes posible para que, en vez de amenazas e impactos para nuestros árboles y para la biodiversidad en general, podemos ir contando más logros y buenas noticias en este 2018. 

¡FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!