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domingo, 17 de mayo de 2015

Pino de las Águilas, Cagitán de Mula

Vamos a conocer esta semana el pino carrasco "Pinus halepensis" más antiguo y con mayor perímetro de tronco del mundo, según los datos disponibles (Domínguez & Martínez, 2005), situado en el corazón de la Región de Murcia, entre Cieza y Mula, en el paraje conocido como Cagitán. 

Figura 1. Llegada al Pino de las Águilas, al fondo el Almorchón.
Es el Cagitán una llanura dedicada desde hace ya tiempo a los cultivos de secano: cereales, almendros, vid, olivo e incluso albaricoqueros en secano; sirvió de pastizal a la Mesta cuando bajaban los pastores al sur huyendo de los rigores invernales del clima de la meseta. Encontramos en el blog "Oficio de escribir", una explicación a este topónimo; del árabe ´Ayn Saytan, que significa la Fuente del Diablo, y con el indicativo "campo" de inicio, tendríamos el Campo del Diablo, donde hacia 1703 nació este monumental pino en plena Guerra de Sucesión por la corona española, que ganarían los Borbones.

El nombre propio del árbol "Pino de las Águilas", es debido a que según la tradición popular en el lugar abundaban éstas. Según esta misma tradición, era un un buen lugar para cazar las aves que estaban sobre su copa, para lo cual primero había que disparar al aire, ya que estaba prohibido disparar sobre el árbol.

Foto 1. Vista  este del pino, puede observarse la silueta de su gran tronco.
Ya comentamos en la entrada general del pino carrasco que es excepcional la edad de este ejemplar, así como su majestuoso porte con la copa lobulada en cuyo interior uno parece estar, y lo está, contemplando una obra de arte. Sus ramas esculpidas helicoidalmente a fuerza de nieve y viento no tienen nada que envidiar a las columnas salomónicas del Baldaquino de San Pedro esculpido por Bernini, apenas 70 años antes de que naciera nuestro pino.

Foto 2. Copa desde el interior.

Esta maravilla de la arquitectura natural tiene infinidad de detalles que hacen que se pueda contemplar durante horas, multitud de texturas, la corteza, la resina, hasta una pequeña araña en fase de fosilización, contribuye a hacernos disfrutar como si de un museo al aire libre se tratara. Y sin embargo es un ser vivo, y por tanto merece mayor respeto si cabe ya que es único e irrepetible.

Foto 3. Detalle de la corteza.

El pino, típico árbol de sombra en los campos de secano del sureste nos proporciona un respiro en esta luminosa tarde, gracias a su copa que nos envuelve llegando a posarse en el suelo y dejando una refrescante área en su interior de 305 metros cuadrados, donde da cobijo a especies nitrófilas propias de zonas humanizadas: trigueras, manrubio, bayico, además de diversos líquenes y algún hongo que viven directamente sobre el árbol y de los que hablaremos en una entrada próxima.

Foto 4. Vista desde el interior de la copa.
Podemos apreciar en las fotografías el enorme tronco, de más de 6 metros y medio de perímetro, dividido en dos brazos principales a 1,40 m del suelo, no alcanzando las terminaciones de éstos a tocar el suelo durante el siglo XX (Foto 5), debido al manejo agropecuario que se hacía del árbol.

Foto 5. Pino de las Águilas en 1994.


Tenía un tercer brazo, que fue cortado aproximadamente en el año 1998, aunque en 1994 ya estaba quebrado (Foto 6), por el efecto de un rayo que, de hecho, reventó el tronco del pino, pudiéndose observar todavía los estragos (Foto 7); futuros rayos podrían ser evitados instalando un pararrayos en las cercanías.

Foto 6. Pino de las Águilas en 1994, obsérvese que todavía tiene el brazo principal en dirección oeste que hoy ha perdido (Foto 7),
se puede contemplar también la carbonización de la madera.

El entorno inmediato al pino es hoy un viñedo. El árbol se encuentra en un estado de conservación regular (Foto 7), por su propia edad y los sucesos naturales que ha tenido que soportar y, en un pasado ya lejano, por las acciones agropecuarias inadecuadas (podas inadecuadas, subsolados, etc.). 


Foto 7Vista oeste del pino, donde podemos ver la perdida de un brazo principal
y la profunda herida en el tronco, fruto del impacto de un rayo.

Este año el árbol presenta un gran vigor, fruto de las copiosas lluvias anteriores a la Semana Santa, pudiéndose observar movidas anuales de más de 5 cm de longitud, así como un buen desarrollo de sus piñas del presente año y de años anteriores que se aprovechan de la bonanza pluviométrica acaecida (Foto 8).

Foto 8. Piñas de varios años de antigüedad sobre el  Pino de las Águilas,
obsérvese también el gran vigor de crecimiento del presente año.

La pérdida de la rama principal que vegetaba en dirección oeste ha generado una apertura en la copa del pino desde la cual puede observarse el impresionante tronco y ramaje principal (Foto 9)

Foto 9. Pino de las Águilas desde el oeste, podemos ver la apertura de la copa
que permite contemplar el impresionante tronco.

Y para despedirnos, una panorámica de los campos del Cagitán, a los que volveremos en ocasiones posteriores en busca de otros árboles singulares que han convivido con los agricultores desde hace siglos proporcionando cobijo a los animales y sombra en los calurosos veranos a todos los que han tenido la suerte de acercarse a ellos, así como para otras visitas al Pino de las Águilas, que os iremos narrando como se merece. 

Foto 10. Vista panorámica del Cagitán.
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FICHA BÁSICA


Especie
Pinus halepensis
Nombre común
Pino carrasco
Nombre propio
Pino de las Águilas
Término municipal
Mula
Provincia
Murcia
Altitud
460 m
Perímetro
6,40 m
Altura
14,75  m
Superficie de Copa
305 m2
Edad aproximada
312 años
Estado de conservación
Regular
Amenazas
Si
Estatus legal
No tiene
Plan de actuación definido
No



1 comentario:

  1. Hemos de hacer todo lo posible, y digo TODO, para que este vetusto halepensis siga sumando años y proporcionando sombra, y esa belleza innata suya de semejarse a una catedral cuando, a pocos metros de su tronco, elevas la vista a su copa. ¡Qué sensación produce ese momento! Luego abrazas su tronco, o cuanto puedes abrazar, que no es todo, ni muchísimo menos, lo besas, y, reverenciándolo cuando te alejas unos pasos, le prometes respeto y atención, telepáticamente.

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